La diferencia entre estos dos tipos de humedad es su origen. La humedad por condensación se forma en el interior de nuestra vivienda al condensar en cristales y paredes la humedad excesiva que contiene el aire. Esta humedad proviene del vapor de agua que generamos al cocinar, ducharnos, respirar… y siempre se condensa en las superficies que están más frías que el resto, como ventanas sin rotura del puente térmico y paredes mal aisladas. La solución pasa por reducir la humedad del interior de la casa, ya sea ventilando (cuando la humedad alcanza niveles altos en momentos concretos como la ducha) o con aparatos antihumedad cuando la humedad sea elevada constantemente. La mejora de los aislamientos ayuda a evitar la condensación, pero no reduce al nivel de humedad del ambiente.
La humedad por filtración proviene de algún defecto en paredes, techos o ventanas que permite que la humedad se vaya filtrando desde el exterior de la vivienda hacia el interior. Esto hace subir el nivel de humedad ambiental dentro de la casa, pero la humedad no se genera dentro, proviene del exterior. En la mayoría de los casos las paredes se humedecen, salta la pintura y aparece moho y manchas amarillas en el lugar donde está la filtración. La única solución en estos casos es la reparación y aislamiento de las zonas afectadas.
Recordar que en los dos casos si aparece el moho esto puede afectar a nuestra salud, especialmente a las personas con problemas respiratorios, a niños y ancianos.
1 comentario:
Una ayuda para evitar la aparición de las humedades es la colocación de un deshumidificador. No es una solución definitiva contra las humedades de condensación pero ayuda a crear una atmósfera más confortable.
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